El hostal Colonia Puig, situado en la montaña de Montserrat fue inaugurado a principios del siglo XX. En aquella época llegó a ser uno de los hoteles más cotizados, ya que tenía las instalaciones más modernas de la zona. Su éxito se vió interrumpido en 1936 cuando el gobierno militar lo tomó como hospital para heridos de guerra. Entre sus internos destaca Alexander Finisterre, el inventor del futbolín, y se dice que fue durante su convalecencia en el Hostal Puig cuando empezó a realizar los primeros bocetos.
Después de la guerra el hotel volvió a su actividad normal y llegó incluso a celebrar algunos actos y bodas de muy alto postín.
No se sabe muy bien cuando cerró, pero es probable que fuera durante la época de los 80.
Actualmente, el lugar está muy deteriorado y es bastante concurrido por los amantes de la exploración urbana y también por otro tipo de gente, no tan civilizada, que han dejado el lugar en el estado ruinoso en el que ahora se encuentra.
Nuestra excursión allí se realizó en el año 2006, así que puede resultar interesante para los que estuvisteis recientemente, y no habéis podido ver parte del mobiliario o las baldosas, elementos que ya no existen.
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